martes, 29 de julio de 2008

BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS!!!


Este Blog está diseñado especialmente para que compartas tus conocimientos con respecto al amplio universo que corresponde a la cultura y sociedad latinoamericana con los demás compañeros.

Lo que tienes que hacer es escribir en este espacio todo lo que indagues y conozcas que permita lograr una aproximación o dar respuesta a la situación problema del presente curso, la cual consiste en: ¿Por qué ha saltado por los aires la idea de que cada nación LATINOAMERICANA, corresponde a una sociedad homogénea, integrada por personas que comparten una determinada concepción del mundo, un mismo “nomos” social, así como una adhesión incondicional a los gobernantes, en donde la diversidad, la agregación de una multiplicidad de elementos dispares, constituye la realidad social de nuestros días, con repercusiones insospechadas en todos los niveles?

Animate... Tus comentarios y aportes son importantes para nuestro proceso de aprendizaje común.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Ciro dijo...

Pueblos indígenas de Latinoamérica en la mira de EE.UU.
Pedro Cayuqueo
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El poderío económico, político y militar de China, la expansión del Islam y la emergencia de un movimiento radical indígena en Latinoamérica, son algunos de los fenómenos que el National Intelligence Council (NIC) ha identificado como probables amenazas para la hegemonía de EE.UU el año 2020. Así lo establece su tercer informe sobre proyecciones futuras publicado recientemente y entregado al Departamento de Estado para guiar la política exterior de la principal potencia político-militar del planeta. El documento fue elaborado en base de información recabada y procesada por unos 13 organismos estatales de inteligencia, entre ellos la CIA y complementada con las conclusiones de reuniones y conferencias de expertos en Estados Unidos, además de seis conferencias regionales, una de las cuales se desarrolló en Santiago de Chile.

Para el año 2020 se estima que el PIB de la República Popular China será mayor que el de la mayoría de los países de Occidente. Y aunque el poderío del gigante asiático es casi una certeza en el futuro cercano, es una incógnita si sus relaciones con otros países serán de cooperación o más bien de confrontación. El Islam por su parte, tanto en su vertiente religiosa como política, tenderá a acrecentar su impacto mundial y aunque es probable que Al Qaeda ya no exista el 2020, esta será reemplazada por otros grupos islamistas radicales, mucho más pequeños y eficientes gracias a los avances en la tecnología de la información. ¿Y qué sucederá en Latinoamérica? Nada bueno. La emergencia de movimientos indigenistas políticamente organizados hará tambalear los estados y pondrá en serio riesgo la seguridad regional. Los casos de México, Ecuador, Bolivia y Chile ya lo estarían advirtiendo.

¿Una catastrófica predicción de Nostradamus? No. Más bien los resultados del último informe del Proyecto Global Trends 2020, impulsado por el National Intelligence Council (NIC o Consejo Nacional de Inteligencia) de los EE.UU y que busca identificar las probables amenazas para la hegemonía mundial del país del norte hacia el año 2020. En una perspectiva de 15 años hacia adelante, el Informe presenta las principales tendencias y escenarios para el mundo en materia política, económica, social y militar, buscando de esta forma orientar la política exterior del gobierno estadounidense. Es así como el NIC reporta sus análisis estratégicos directamente al Presidente George W. Bush, los cuales elabora en base de información recabada y procesada en coordinación con el resto de la comunidad de inteligencia, compuesta por unos 13 organismos estatales, entre ellos la CIA, además de la colaboración de un grupo multidisciplinario de expertos internacionales.

En su tercera versión -la primera data de 1997- el Informe del NIC señala que para el año 2020, el rostro de la globalización será asiático. Estados Unidos y Europa tendrán que acomodar a dos nuevos jugadores -China e India- en el mapa geopolítico mundial. "Conjugando su sostenido y alto crecimiento económico, la rápida expansión de su capacidad militar, y la mera dimensión de su mercado interno (se estima que el total de la población de China e India llegará a 2,7 mil millones), China e India liderarán al continente asiático en su nuevo rol de poder económico y político -y potencialmente también tecnológico- con el que los tradicionales “patrones del mundo”, Estados Unidos y Europa, tendrán que lidiar seriamente, debiendo ceder su privilegiada posición de mando", señala el NIC.

De la misma forma, el Informe advierte sobre las nuevas amenazas militares y geopolíticas en ciernes sobre el planeta, entre las cuales identifica en primer lugar a la expansión del Islam. Según el NIC, fortalecida por la globalización de las comunicaciones, el renacimiento de la identidad musulmana fomentará la expansión del islamismo radical dentro y fuera del Medio Oriente, incluyendo el sudeste asiático, Asia Central y Europa Occidental. La gran población joven en países árabes, las malas perspectivas económicas, la influencia de la educación religiosa, y la islamización de instituciones como los sindicatos, ONGs y partidos políticos, mantendrán al Islam como una fuerza política determinante. Y si bien duda que Al Qaeda pueda seguir existiendo el 2020, advierte que su lugar podría ser ocupado por otros grupos islámicos, más pequeños y eficaces gracias a los avances en la tecnología de la información.

Indígenas en la mira

La emergencia de los pueblos indígenas o el reforzamiento de las identidades étnicas en Latinoamérica no escapan al análisis predictivo de uno de los principales "think thank" que resguardan la hegemonía política, económica y militar de los EE.UU en el planeta y la región. Para realizar este verdadero escáner contrainsurgente, pieza clave de la ingeniería militar de la llamada Guerra de Baja Intensidad (GBI), un remozado esquema de la antigua Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el NIC contó con la colaboración de numerosos expertos latinoamericanos, quienes se reunieron en una conferencia regional realizada en Santiago de Chile en junio del 2004, denominada “Latinoamérica 2020: Pensando los escenarios de largo plazo” y coorganizada por la Universidad de Georgetown, el Centro de Estudios Nueva Mayoría (Buenos Aires) y la Universidad Adolfo Ibáñez (Santiago).

Tomando como ejemplos el levantamiento zapatista en el sureste mexicano, el ascenso político del movimiento indígena en Ecuador, el discurso fundamentalista y radical de un sector del movimiento aymara en Bolivia (MIP) y la lucha de los mapuche en el sur de Chile, el Informe es claro en destacar que temas como la gobernabilidad democrática y sus instituciones, la inserción internacional -incluyendo la relación con Estados Unidos y las principales potencias mundiales- y la seguridad frente a las nuevas amenazas -entre ellas el narcotráfico y las reivindicaciones indígenas- serán los principales factores que determinarán el futuro latinoamericano de cara al 2020.

"En el sur de México, la región andina y algunos países centroamericanos, reivindicaciones territoriales impulsadas por grupos indigenistas irredentistas podrían incluir el escenario de insurgencia armada y violencia política", predice entre sus conclusiones el documento, que contó con la participación de "expertos" chilenos como Andrés Allamand (RN), Enrique Correa (Ex PS) y José Joaquín Brunner, este último sociólogo, ex ministro del gobierno de Eduardo Frei y uno de los directores de la Fundación Paz Ciudadana, "think thank" de la derecha empresarial chilena, promotora de las políticas represivas de "tolerarancia cero" del ex alcalde de New York, Rudolph Giuliani.

"La emergencia de movimientos indigenistas políticamente organizados también puede representar un riesgo para la seguridad regional. Si en los próximos años los movimientos de reivindicación indigenista no logran inserción en el sistema político ni determinados niveles de inclusión social, existe la probabilidad de que muchos movimientos evolucionen hacia reivindicaciones de tipo autonómico territorial como sucediera décadas atrás en la costa atlántica nicaragüense; en el sur de México, la región andina y algunos países centroamericanos", lo que a juicio de los expertos amenazaría gravemente la "integridad territorial" de numerosos estados.

"Algunos conflictos latentes y en curso, particularmente aquellos que involucran a grupos étnicos transfronterizos, amenazan con regionalizarse. En el peor de los casos, podría resultar con algunos territorios y poblaciones fuera de cualquier control gubernamental efectivo". Pero no solo eso. A juicio del NIC, "algunas reivindicaciones territoriales impulsadas por grupos indigenistas irredentistas podrían incluir el escenario de insurgencia armada y violencia política", advierten los expertos, conscientes que gran parte de los territorios históricos de los pueblos indígenas en Latinoamérica se encuentran hoy divididos por las fronteras de los actuales estados, como ocurre con el Kollasuyo Aymara (Peru, Chile y Bolivia) o el Wallmapu de los mapuche (Chile y Argentina).

"El irredentismo indigenista plantearía altas dosis de incompatibilidad con el orden político y económico occidental sostenido por los latinoamericanos de origen europeo, y por lo tanto una profunda fractura social, que derivaría en insurgencia armada, respuestas represivas por parte de gobiernos contrainsurgentes, violencia social y balcanización política y territorial. Un escenario de turbulencia como éste, ahuyentaría capitales, inversiones y la propia dinámica del mercado por un período prolongado. Asimismo, se profundizaría la heterogeneidad regional, entre los países que sufrieran el ascenso del irredentismo etnopolítico (en la Región Andina o Guatemala) y aquellos países de población mayoritariamente europea (el Cono Sur)", enfatizan.

La conexión terrorista

La relación entre los movimientos étnicos y grupos terroristas internacionales, pregonada por la prensa sensacionalista y contraria a las reivindicaciones de los pueblos indígenas, como es el caso del diario empresarial El Mercurio en Chile, no escapa a las catastróficas predicciones de los expertos al servicio del NIC. "Poderes fácticos y actores armados no estatales (mafias, narcotraficantes, grupos terroristas internacionales) podrán establecer diferentes tipos de alianzas estratégicas con grupos armados irregulares en la región. Áreas sin control pleno del estado (los departamentos de Boyacá, Caquetá y tantos otros en Colombia; las fronteras venezolano-brasileña y venezolano-colombiana, áreas de Cochabamba en Bolivia, las costas de Haití, etc.) constituirán blancos privilegiados de este tipo de alianzas que representan un riesgo para la seguridad global", señalan.

Pero no sólo las probables conexiones con Al Qaeda preocupan a los expertos. El progresivo encuentro evidenciado en los últimos años entre el movimiento indígena y grupos contrarios a la globalización, asi como sectores del movimiento popular latinoamericano, también es materia de análisis y predicciones. "El ascenso a gran escala de movimientos indigenistas radicalizados, políticamente revolucionarios, en varios países de la región, podría incluir la convergencia de los indigenistas con algunos o varios de los movimientos sociales no indigenistas, pero con frecuencia radicalizados (“sin tierra” brasileños, campesinos paraguayos y ecuatorianos, piqueteros argentinos, grupos antiblobalización, etc.), que existen en la actualidad", señalan.

"A principios del siglo XXI, grupos indigenistas radicalizados existen en la mayoría de los países latinoamericanos. Este escenario supondría que, para 2020, los mismos han crecido exponencialmente y logrado la adhesión mayoritaria de los indígenas en sus países; un “efecto demostración” o “contagio” podría hacer que una rebelión indigenista en un país, se extienda a otros países", señalan. Y para evitar todo esto, la receta pareciera ser la tolerancia cero de Giuliani: mayor inversión en defensa militar y estrechar por supuesto los lazos con el gobierno de los EE.UU, escenario que ven con preocupación ante la llegada al poder de numerosos mandatarios de izquierda en la región, tales como Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Tabaré Vásquez en Uruguay y el populista Néstor Kirchner en Argentina. "Este escenario de ola antiimperialista continental implicaría sub-escenarios de aislamiento internacional, empobrecimiento y fuga de capitales, conflictividad e ingobernabilidad a nivel continental" señalan, para finalizar con una sentencia que no deja lugar a especulaciones respecto de la orientación del Informe. "El vínculo que establezcan los países de la región con Estados Unidos será determinante", para su futuro político y de seguridad, señalan.

El caso mapuche

No es primera vez que los mapuches de Chile figuran en informes de inteligencia continental. El año 2002, un documento secreto de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) denominado "Apreciación Combinada de la Situación Subversiva en el Continente", señalaba que el conflicto mapuche podría convertirse en una amenaza no solo para la estabilidad político-institucional del Estado chileno, sino además para su “integridad territorial”.

De acuerdo al documento elaborado en el marco de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA), que integran altos mando castrenses de toda la región, los jefes militares expresaban inquietud por el avance del “Movimiento Indigenista” el Latinoamérica, principalmente el caso del pueblo mapuche, que a juicio de los analistas podría llegar a constituir “un tema relevante de seguridad nacional”, tanto o más que la acción "terrorista" que realizaron o podrían realizar grupos subversivos chilenos descontentos con el modelo económico-social imperante.

En parte del estudio, que abarcaba toda Latinoamérica, se manifestaba en tono inquietante que la "internacionalización de los conflictos étnicos, constituye una amenaza latente a la integridad de los estados”. De acuerdo a la reflexión de los oficiales de la CEA, en América Latina "estamos sin lugar a dudas frente a un panorama estratégico todavía incierto, complejo, volátil y al parecer precariamente estable que no termina de decantarse". Años antes, en 1999, un balance similar había sido dado a conocer por el Centro de Estudios e Investigaciones Militares de las Fuerzas Armadas de Chile. En el documento "El conflicto Mapuche y su Impacto en la Seguridad Nacional", la activa resistencia mapuche en las regiones VIII y IX del sur de Chile se transformó en un tema de seguridad para los militares. El balance del documento era contundente. “Los mapuche son un problema de seguridad porque afecta el orden interno y la tranquilidad pública del país, a través de diversos llamados que los dirigentes del movimiento han efectuado a transgredir el ordenamiento jurídico", amenazando además con sus discursos de autonomía la “integridad territorial” del Estado chileno.

Me parece importante el articulo y por eso lo comparto.

Hna. Ana Cecilia, Hna. Ma. Belen y Hna. Vanessa dijo...

Quisiera aportar al tema que propone el blog con el siguiente texto del recordado Juan Pablo II. en un discurso dado a los obispos latinos. he aqui el texto que nos enseña que nuestra identidad cultural está profundamente marcada por una dignidad que debemos defender. a pesar que se encuentra en situaciones dificiles como el problema económico (la deuda externa) , el problema social (la drogadicción)Una cultura que busca sembrar el amor y la reconciliacion. Por eso los invito a leer el discurso y relfexionar tambien sobre nuestra mision. El discurso se encuentra en la pagina del Vaticano: www.vatican.va/phome_sp.htm - 18k -

"DISCURSO DEL PAPA JUAN PABLO II
A LOS REPRESENTANTES DES LOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
Jueves 5 de diciembre de 1985

Excelentísimos Señores,
Siempre que retorno con el pensamiento a las vastas regiones de América Latina, se renueva en mi corazón el sentimiento que ese joven y hermoso continente puede despertar, como algo que le pertenece: el sentimiento de la esperanza.
Vuestra deferente visita de hoy trae a mi espíritu este peculiar sentimiento y una íntima complacencia al conocer el ideal que os ha congregado en Roma: el ideal de amistad entre vuestras Naciones y de la unidad latinoamericana. Un ideal que es digno de toda suerte de esfuerzos y sacrificios, de entregas y renuncias.
También la Iglesia lo vive, y muy hondamente, en América Latina. En las Conferencias generales de su Episcopado, celebradas en Medellín y Puebla de los Ángeles, ha trazado un plan de acción apostólica y pastoral de vastas y profundas dimensiones, orientado fundamentalmente a la vigorización espiritual de la fraternidad y unidad de todos los pueblos de vuestro continente, que cuenta con un común substrato cultural, histórico y religioso.
Muchas circunstancias de la hora presente exigen que se fomenten y renueven los encuentros orientados no sólo a conservar cuanto fundamenta la unidad de América Latina, sino a integrarla más plenamente en el futuro, de acuerdo con los principios de reciprocidad, solidaridad y colaboración efectiva. Hay un hecho que ha cobrado peculiar relieve en estos últimos años: el retorno de varios Países latinoamericanos al régimen democrático constitucional. Permitidme expresar a este respecto el anhelo de que este hecho revista en la historia de América Latina un significado nuevo y más profundo en el sentido de que esta transición conduzca a vigorizar y consolidar los vínculos de la unidad cultural, política y económica entre vuestros Países, y que nazca así una cooperación más eficaz para hacer frente al grave problema de la injusticia y la miseria; a la vez que se favorezca la promoción integral de la persona humana tutelando sus derechos y respetando siempre su dignidad.
Un factor de orden económico que hoy agrava la situación de pobreza y desequilibrio social en amplios sectores del mundo latinoamericano, es el de la deuda externa. Sobre esta preocupante cuestión deseo reiterar lo que expresé a la Asamblea General de la ONU con motivo del 40° aniversario de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas. La cuestión de la deuda externa “se ha convertido de modo más amplio en un problema de cooperación política y de ética económica. E1 coste económico, social y humano de esta situación, con frecuencia es tal que sitúa a Países enteros al borde de la ruptura. Por lo demás, ni los Países acreedores ni los Países deudores ganan nada, si se desencadenan situaciones de desesperación que escaparían a todo control. La justicia y el interés de todos exigen que, a nivel mundial, se examine la situación en su globalidad y en todas sus dimensiones, no sólo económicas y monetarias, sino también sociales, políticas y humanas” (IOANNIS PAULI PP. II Allocutio ad Consilium Nationum Unitarium habita, 5, die 14 oct. 1985: vide supra, p. 987).
Así pues, para hacer frente a la gravedad de este problema, es preciso dar mayor vigor y eficacia al principio de la unidad e integración latinoamericana. Es éste un noble ideal que exige el esfuerzo conjunto de todos para encontrar remedios a los males que aquejan a tantas personas de aquel continente. Pienso en la familia y los diversos condicionamientos de orden estructural y de educación que afectan a su unidad y estabilidad. Pienso en tantos jóvenes ante quienes se presenta un futuro sombrío y carente de auténticos valores espirituales, cuando no inducidos al terrible mal de la drogadicción. También en este campo se impone la necesidad de acudir a un plan de leal cooperación regional y continental para que las medidas que se tomen para combatir el narcotráfico tengan la debida eficacia.
En mis viajes apostólicos a vuestras Naciones me he dado cuenta de la profundidad de la crisis social que las afecta y del peligro que corren de que una política social equivocada lleve’ a intentos de salir de esa crisis por el camino de la violencia, al que ya recurren en algunas regiones ciertos grupos y movimientos, dejando una estela de dolores y muerte por donde pasan. Pero en esos mismos viajes me he convencido también de que es precisamente América Latina la región del mundo en desarrollo en la que hay una realidad espiritual, social y cultural cuyos valores hacen posible la superación de la crisis por los caminos que la Iglesia inspira con su doctrina social. Ojalá este horizonte de esperanza hacia una paz fruto de la justicia, se abra a la mente de los hombres de gobierno y líderes políticos y los induzca a poner en acto aquellas medidas indispensables para destruir en sus fuentes la espiral de la violencia.
En este final del segundo Milenio, y cuando nos preparamos a conmemorar el V Centenario del comienzo de la Evangelización de América Latina, hago votos para que los hijos de aquel amado continente de la esperanza, fieles a sus tradiciones más nobles y a sus raíces cristianas, caminen por la vía de la reconciliación y de la fraternidad en un esfuerzo común por lograr la superación de las divisiones en favor de la ansiada unidad.
Excelencias, al agradecerles esta visita, les expreso mis mejores deseos por el feliz éxito de los trabajos que han venido realizando, mientras invoco sobre cada uno de Ustedes, sus colaboradores, familias y las queridas Naciones que representan, las Bendiciones del Señor."