viernes, 5 de septiembre de 2008

DIVERSIDAD CULTURAL DE LATINOAMERICA

¨Te digo que es difícil , porque vos sabes que en el fondo, para muchos somos todos iguales, paraguayos , bolivianos ,peruanos, provincianos, todos cabecitas negras como dicen...¨

Creo interesante ,por su significación ,comenzar nuestra reflexión sobre la diversidad, considerando el testimonio de María .Una decisión que implica desde nuestra perspectiva, el desafío de tratar de acercarnos a la comprensión de la diversidad ,desde algunas de las experiencias particulares que forman parte de la multiplicidad de formas y modalidades que adquiere la misma en el conurbano bonaerense. Un ¨desde donde ¨ que nos convoca a agudizar la reflexión, acotándola en el contexto urbano y periférico del Gran Buenos Aires, pero desplegándola en la variedad de prácticas y relaciones sociales que la peculiarizan.

Hablar de diversidad cultural implica así el desafío de asumir lo concreto e inmediato que nos cuestiona, pero también, la tarea de insertarnos en la complejidad de hechos y acontecimientos que caracterizan la realidad de la misma en Latinoamerica. Una diversidad multifacética y heterogénea, pero a su vez ,una diversidad atravesada por la desigualdad y la exclusión social . Un reconocimiento de la diversidad que no implica el desconocimiento de tramas comunes de significación y señales de identidad, de nuevas formas de comunicación como de resistencia, de matrices culturales enfrentadas o coexistiendo en un contexto marcado por la hibridez cultural y la impronta de la cultura masiva. Una diversidad objeto de distintas interpretaciones, que, desde la rigidez etnocéntrica ,hasta la flexibilidad relativista resulta permanentemente atravesada por cuestionamientos e interrogantes que no alcanzan a develar con claridad ,la relevancia de la alteridad y la diferencia, las cuales constituyen una expresión de la fecundidad y singularidad de lo humano en sus múltiples manifestaciones.

Una relevancia de la diversidad acrecentada en el marco de la reflexión posmoderna y su énfasis en el reconocimiento de lo diferente y plural, pero a su vez, acotada y deteriorada por la impronta uniformadora y fundamentalista del pensamiento hegemónico y su concreción en las políticas económicas, sociales y culturales del neoliberalismo. En dicho contexto la interculturalidad aparece, más que como una posibilidad a realizar, como un desafío que se concreta en la complejidad de la vida cotidiana y las distintas relaciones que se establecen entre las culturas.

Nuestra presentación focalizará su atención sobre estos dos aspectos concomitantes, por un lado ,una apreciación acerca del marco global en que se produce el debate sobre la diversidad cultural Latinoamericana, por el otro una aproximación a la realidad de las manifestaciones actuales de la diversidad, en los ámbitos periféricos urbanos. El trabajo se enmarca en la investigación que estamos realizando con un equipo de la Universidad Nacional de Gral Sarmiento, en una zona marginal del Gran Buenos Aires y en cuanto tal, es parte de las reflexiones y planteos que emergen de la misma. [1]

I. La diversidad cultural Latinoamericana:

Tendremos en cuenta dos aspectos que consideramos relevantes respecto a la temática ; En primer lugar en relación a las características generales de la diversidad y en segundo término respecto a los procesos que la conforman en la actualidad .

-Características generales

Gran parte del debate Latinoamericano sobre la diversidad cultural se ha conformado estrechamente relacionado, tanto con los distintos momentos históricos de los pueblos latinoamericanos, como con las peculiaridades que han ido adquiriendo los acontecimientos que se produjeron entre los países en general y en cada uno de ellos en particular. Sin embargo cada vez en mayor medida se ha ido generando un consenso en torno a la relevancia y significación de la diversidad cultural manifiesta en América latina. Una diversidad sustentada en sus orígenes ,tanto en la presencia y variedad de los pueblos originarios como en la de los europeos y africanos.(Bonfil Batalla,1996) Una diversidad caracterizada a su vez, tanto por las formas en que se resolvió el dominio español ,como en las resistencias de las culturas indígenas, los procesos de mestización y las posteriores oleadas migratorias.

Un planteo clave que pasa primeramente por el reconocimiento de distintas matrices culturales, enfrentadas algunas, a través de procesos de dominación y de resistencia generadores de luchas y conflictos, interactuando otras a través de cruces ,tramas culturales y sincretismos .
Donde el mestizaje , más allá de los debates en torno a sus características y manifestaciones históricas o a las reflexiones surgidas en relación al mismo, emerge como constitutivo de ésta realidad. Un mestizaje que, al decir de J.M. Barbero ,habla ¨no de algo que fue, sino de algo que está siendo ¨. Formas del mestizaje que desde las marcas visibles de la singularidad étnica transitan hacia nuevas instancias que, desde lo popular posibilitan visualizar distintos modos de ser y de estar, de reconocer y de posicionarse ante el otro. (A. Ameigeiras, 1996,405/ Scannone JC , 1992, 287)

Una diversidad que se manifiesta aún más en los distintos espacios donde convergen, se encuentran e interseccionan universos smbólicos diferentes generando cruces culturales de enorme significación .(T.Todorov , 1999,27) Ámbitos de convergencia complejos ,en cuanto a su densidad polisémica ,pero que involucran una dimensión clave para comprender la dinámica cultural. Topografía donde emergen señales de las dos matrices culturales fundamentales en juego . ( M.Barbero, 1987,99) Pero una diversidad que asoma también en el contraste entre lo rural y lo urbano como en la multiplicidad de procesos y corrientes migratorias que recorren la geografía Latinoamericana.






-Procesos que conforman la diversidad en la actualidad

Asimismo, es necesario tener en cuenta que, la diversidad ,en cuanto se manifiesta en situaciones sociales concretas, conforma una producción social específica ,expuesta tanto a intereses como a conflictos sociales a la vez que es atravesada por procesos que la contextualizan y condicionan. ( R. Ortiz, 2000, 234) De allí entonces dos aspectos fundamentales a considerar en nuestra reflexión . Por un lado el proceso de globalización y por el otro , aunque estrechamente vinculado con el anterior, el proceso creciente de empobrecimiento y exclusión social. El primero, en cuanto bajo la aparente explicitación global, se produce el despliegue de una trama cultural, en los términos convenientes para la sustentación y expansión del mercado como vertebrador de la vida social. De allí la impronta del modo de globalización neoliberal imperante en nuestros países, caracterizado por sus asincronías como por la marcada desigualdad social que lo acompaña. Un acompañamiento que atraviesa de pleno la realidad de la diversidad cultural.

Una situación de empobrecimiento y exclusión que se traduce en procesos de discriminación y crisis de identidades ,incrementados cuando los mismos gravitan en la situación de los migrantes tanto externos (especialmente provenientes de los países limítrofes) como internos (provenientes de ciudades de provincia o del medio rural que se trasladan a centros urbanos más importantes o cercanos a la capital federal ). Situaciones en dónde se profundizan a su vez las instancias de una desigual ocupación territorial ,generando asentamientos urbanos en los que se acrecienta la problemática de la desigualdad y diversidad.

II. La diversidad cultural en el Gran Bs. As.

Arribamos así a la consideración de la diversidad cultural en el Gran Buenos Aires, un espacio caracterizado por su heterogeneidad poblacional y su marcada diferenciación social. Uno de los ámbitos dónde la desocupación y el aumento de la pobreza se manifiesta en una marcada exclusión caracterizada por la multiplicidad de hogares con NBI como de aquellos en condiciones de indigencia. En tales condiciones ,en el marco de una vulnerabilidad en ascenso , se producen procesos de desafiliación social y de quiebre de lazos societales como distintas formas de segregación espacial y de ¨ degradación de las relaciones sociales ¨( F.Mallimacci /G.Graffigna/Gabriela Abad , 2000,164) .

La organización espacial del territorio produjo desde sus orígenes, en el proceso de conurbación de Buenos Aires, el surgimiento de zonas y áreas diferenciadas entre quienes eran habitantes de los centros urbanos y quienes residían en los ámbitos periféricos. Instancias de diferenciación , que a su vez fueron adquiriendo particularidades asociadas a distintas oleadas migratorias y de radicación en los mismos. La saturación de la tierra y la búsqueda de nuevos espacios vacantes, impulsó el poblamiento de zonas cada vez más distantes de la ciudad capital, a la vez que también se produjeron diferenciaciones al interior
de las zonas periféricas vinculadas al posicionamiento en el territorio y los niveles socio-económicos . De ésta forma , la segregación espacial aparece relacionada con la desigualdad social , generando instancias en las cuales ¨el lugar ¨ que se ocupa en el territorio aparece asociado a estereotipos sociales , más fuertes y marcados, en cuanto emergen asociados a los sectores determinados por la gravedad de la exclusión social.

Vivir en ¨ tal ¨o ¨cual ¨ lugar, implica diferencias ,muchas de las cuales se traducen en prejuicios y discriminaciones que se asocian a las desigualdades ya existentes. Barrios , villas y asentamientos emergen atravesados por apreciaciones que incrementan la segregación espacial y donde “el lugar” que ocupan en el ámbito territorial, se estereotipa en denominaciones como ¨los del fondo¨, o ´ los que están al lado del rio¨ o “los de la villa¨,o ¨los del puente ¨ , o ¨ los de la olla ¨, que marcan notablemente y frecuentemente con una fuerte apreciación negativa, a quienes identifica. Ámbitos que también aparecen estereotipados por orígenes y procedencias , el ¨ barrio de los paraguayos ¨ , ¨ son todos bolitas ¨, los cuales sin embargo se suman ,cada vez en mayor medida ,en el denominador común de la pobreza y la exclusión .

Las afirmaciones que señalábamos al comenzar, de nuestra entrevistada, tienen vinculación , también ,con dicha situación .No se desconocen las diferencias, pero se explicita una experiencia vital en que el término ¨ cabecita negra ¨, marcado por la exclusión y el empobrecimiento, involucra de alguna manera una identificación común con los sectores populares, atravesados de pleno por la marginalidad y la discriminación . Al respecto , los cambios producidos en la estructura ocupacional y en la política económica en general, con sus secuelas de desempleo y ajuste han dificultado las posibilidades de inserción de sectores migrantes provenientes de los países limítrofes, agudizando las situaciones de desafiliación como las posibilidades de subsistencia. Si bien en algunos casos los lazos sociales al interior de los grupos y las instancias de consolidación de la identidad cultural contribuyen en parte a la implementación de estrategias de supervivencia( el caso de bolivianos y las redes de vinculación alrededor de la venta de verduras y frutas) en otros esto se hace más dificultoso, especialmente en los grupos más relacionados con la actividad económica general ( la construcción en el caso de los paraguayos ) En estos últimos la fuerte desocupación produce muchas veces retornos provisorios o permanentes al lugar de origen , como, en la mayoría de los casos, el incremento de la situación de indigencia y marginación junto a las mayoría de los sectores populares.

Si en términos generales es compleja y difícil la inserción de los migrantes en el nuevo medio la misma, crece en el actual momento ,tanto en relación con las consecuencias del desarraigo y la crisis de pertenencia, como por las dificultades de acceso al mercado laboral donde se suma muchas veces a la desocupación generalizada ,la falta de documentación o las actitudes discriminatorias.

Por otro lado, resulta importante visualizar la vigencia de estereotipos relacionados con prejuicios y apreciaciones sobre los otros ,que se manifiestan y fuertemente, en momentos en que se agudiza la lucha por la subsistencia cotidiana. Una situación que no solo afecta a los grupos migrantes y su relación con la sociedad, sino también muchas veces a los grupos migrantes entre sí. Una instancia que nos remite de hecho a las relaciones existentes entre distintos grupos poblacionales, a los contactos entre los mismos, como a la existencia de espacios de interacción y diálogo. Una situación en la cual emergen no solo distintas urdimbres simbólicas sino estrechamente vinculadas con las mismas , distintas matrices culturales, las cuales son objeto tanto de afirmación y despliegue , reconocimiento o interacción como de contracción , relegamiento ,indiferencia, marginación y conflicto. Pero una instancia en donde la relevancia de las mismas, en relación con los procesos identitarios ,como con respecto a su capacidad de apertura ,constituye un elemento clave en la posibilidad de replantear su posicionamiento ante las dificultades existentes como de generar prácticas y redes solidarias..

De allí entonces que el problema central no se vincule solamente con el reconocimiento de la diversidad sino con el tratamiento que la diferencia en cuanto tal ha tenido o tiene en una sociedad en particular y las instancias de diálogo e interacción que se expliciten socialmente. Donde, a su vez ,“se articulen las diferencias pero también se potencien los reconocimientos de las semejanzas/de los sentidos compartidos. Es decir ,la configuración de procesos que posibiliten procesos colectivos de articulación “.( E. Achilli, 1996,55)

Emergen entonces los cuestionamientos respecto a quien es considerado diferente y porqué, tanto como los interrogantes relacionados con los procesos históricos sociales a través de los cuales se ha conformado dicha diferencia. La diversidad cultural existente se constituye así, como tal, en una instancia clave ,no disociada en sus prácticas y manifestaciones tanto de la desigualdad y exclusión social , como de los anclajes territoriales de la misma en el contexto urbano.(R.Ortiz,235)

Nos parece interesante analizar la conveniencia de desplegar algunas dimensiones directamente vinculadas con la apreciación de la diversidad en el ámbito territorial que nos permitan avanzar en la tarea de comprensión de la misma. En primer lugar la dimensión relativa al reconocimiento , en segundo lugar la correspondiente a la gravitación del imaginario y finalmente la concerniente a las relaciones que se establecen y manifiestan en dicho contexto. Una instancia del reconocimiento que aparece como imprescindible en cuanto se vincula directamente con una primera aceptación de la diferencia, que involucra el ¨ descubrimiento ¨ del otro y la disponibilidad para su conocimiento, vinculada tanto a su existencia, como a su memoria histórica . Al respecto es interesante lo planteado por C. Wulf respecto a las implicancias del reconocimiento y la necesidad de no pretender permanentemente ¨ reducir lo extraño a lo conocido ¨ eliminando la diferencia , sino todo lo contrario , el entendimiento del otro como un camino para la comprensión del mismo en su ¨ otredad ¨.

En lo que respecta al imaginario, el mismo emerge enmarcando las apreciaciones de los sujetos en su apreciación de lo diverso, e incidiendo en la formación de estereotipos. Afirmaciones relativas a los bolivianos como trabajadores y sumisos o a los paraguayos como trabajadores pero peleadores establecen parámetros, cuestionados o aceptados ,pero que de una forma u otra inciden en la perspectiva que sobre los mismos se establece en la sociedad y que requieren ser analizados críticamente en una tarea dialógica imprescindible ,sin prejuicios ni discriminaciones. De allí también la relevancia de las relaciones que se constituyen a partir del tipo de contactos, de interacciones como de intercambios que se desarrollan entre los diversos grupos poblacionales y socio-culturales.( R.Ortiz,2000,26) Como señala J.M. Barbero desde otra perspectiva, es necesario estar atentos para no “ confundir el rostro con la máscara, la memoria popular con el imaginario de masa, como en creer que pueda existir una memoria sin un imaginario desde el que anclar en el presente y alentar el futuro. Necesitamos tanta lucidez para no confundirlos como para pensar las relaciones que hoy, aquí hacen su mestizaje.” ( Barbero , 1987,11)

A manera de reflexión final :

Hemos visto la necesidad de tener en cuenta , respecto a la diversidad cultural , tanto las apreciaciones respecto a la diferencia como a la situación de desigualdad ,especialmente en un momento en que la pobreza y la exclusión social afecta al conjunto de los sectores populares.

Aparecen asi distintos tipos de diversidades ,como de manifestaciones culturales específicas generadas por las mismas en contextos que inciden claramente en ¨ la producción social de las diferencias ´. Se trata entonces de generar aproximaciones que posibiliten , no solo un conocimiento y reconocimiento de las diversidad de matrices culturales en juego, sino fundamentalmente del replanteo de las relaciones que se establecen entre las mismas en el marco de fragmentación y exclusión social crecientes. Un desafío intercultural, pero claramente inserto en el desafío de construir una sociedad justa y solidaria.

Yoneiser DAvid Escobar.
Licenciatura en Basica con enfasis en humanidades e idioma estranjero.

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